LA VACUNA SOÑADA

29
de
Julio
La vacuna soñada



Escrito por Eduardo Poo

Los virus evolucionan rápidamente, no responden a los antivirales ni a los antibióticos, pueden esconderse durante años, ser versátiles, generar altísimos índices de mortalidad y son diabólicamente simples.
Estamos rodeados de muchas enfermedades infecciosas, algunas como la malaria y el sida han demostrado una increíble capacidad para eludir el efecto preventivo de las vacunas, en tanto que otras como la gripe o influencia emprenden un delirante juego del gato y el ratón, reapareciendo cada año genéticamente distinta que la hacen impenetrable para la vacuna del año anterior.
Las vacunas basadas en el ADN (acido desoxiribonucleico) inspiran a los especialistas y podrían ser el arma decisiva y a sido probada en chimpancés con el virus del sida con resultados prometedores.
El sistema de las vacunas es simple, desde hace mas de mil años el hombre sabe que una mínima dosis de un agente patógeno puede disparar las alarmas del sistema inmunológico y que este levante rápidamente un muro de protección contra la enfermedad.
En 1796 Edward Jenner descubrió la inmunidad contra la viruela, inoculando a los pacientes con materia de otro virus emparentado con ese mal, pero inofensivo para el ser humano.
Vacuna viene del latín vaccinia virus y se deriva del proceso que hasta ahora nos ha protegido de terribles enfermedades, tales como la viruela y la poliomielitis.
Las vacunas basadas en el ADN prometen hacer lo mismo, pero con más seguridad y eficacia, tarea difícil para los científicos, porque los virus actúan diabólicamente, y pueden ocultarse en nuestras células durante años, desconcertando a los virólogos que deben reformular por ejemplo las vacunas contra la gripe para combatir las nuevas cepas que atacan en la época de invierno.
Pero no todo es positivo en esta batalla con los virus, basta recordar cuando en 1976 una nueva y aparente cepa de gripe porcina apareció en Nueva Jersey, Estados Unidos. El gobierno y las industrias farmacéuticas se apresuraron a desarrollar una vacuna basada en virus muertos, la vacuna no sólo fue un fracaso, si no que causó en algunas personas la enfermedad neuromuscular y debilitante de Guillain –Barre, que causó varios muertos. Lo peor fue que la anunciada epidemia de peste porcina no se concreto.
La esperanza de la humanidad está centrada en la vacuna de ADN, que además de su eficacia, es su económico proceso de fabricación y no es necesario refrigerarla como las vacunas actuales según manifiesta Margaret Liu, directora de investigaciones biológicas virales del gigante farmacéutico Merck, lideres mundiales en el desarrollo de vacunas.
Digo yo: Tengo la impresión que la campaña alarmista a nivel mundial de una supuesta pandemia (todo el planeta) de la peste porcina – de la cual ni siquiera tenemos la vacuna- es una cortina de humo para distraer la atención sobre la crisis económica mundial que sí está vigente.
Los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud, expresan que hasta ahora, julio de 2009, han fallecido 800 personas en todo el planeta de una población actual de 6.300 millones de personas. Estas cifras no merecen calificarla de pandemia estadísticamente, si así fuera, tendrían que suspenderse los grandes eventos donde se concentran 50mil o más personas, y esto no ha sucedido. Usted lector saque sus conclusiones.
Eduardo Poo RodríguezEx agente de propaganda médicaONG MADRE