Al ser propietario de este gusano de hierro, nos hacemos fieles a la excusa de que estamos de acuerdo con el progreso, y exigimos que las calles y carreteras sean mas aptas para desplazarnos con velocidad, el auto, este tirano cruel que de esclavo se transformo en nuestro amo, exigiendo cada vez mas que el abastecimiento de sus alimentos, petróleo, aceite, etc. sea permanente, no importando que sus proveedores provoquen las mas crueles y despiadadas guerras, para abastecerlos, y no solo eso, también provocan los mas graves descalabros ambientales, contaminando los mares.