Psicología de la Vida Cotidiana
Escrito por Eduardo Poo
Miércoles, 06 de Mayo de 2009 14:38
La afección más común en los humanos es el “temor al ridículo”. Es incapaz de expresar su opinión cuando esta es contraria a la de los demás, tiene la sensación de comportarse con excesiva timidez, inseguridad y hasta vergüenza, además de miedo al ridículo, estas personas sacrifican el respeto que se deben a si mismo, en resumen no son “asertivas” (afirmación de la propia personalidad, aplomo, autoestima)
Si tiene temor a ser menospreciado, optará siempre por no llamar la atención, porque reclamar sus derechos alzando la voz significa llamar la atención y que los demás lo califiquen.
En cambio las personas “asertivas”, seguras de mismo, saben comunicar sus opiniones, sean positivas o negativas, igual como sus creencias y sentimientos en forma directa adecuada y sin inhibiciones o violencia, porque ”asertividad” no es sinónimo de agresividad, sólo implica respeto a los derechos de los demás, pero también ¡hacerse respetar los propios! como el derecho a opinar.
La asertividad incluye otras habilidades sociales, como dar y recibir elogios, reconocer las aptitudes propias, no decir “sí” “no se” o “veremos” cuando realmente quiere decir “no” y hacerlo además sonriendo, como un perfecto diplomático.
La inseguridad o falta de asertividad es fuente de muchos problemas, depresión, conflictos familiares y de pareja, inadaptación, y enfermedades sicosomáticas, ansiedad, jaquecas etc.
Según Freíd, el padre del psicoanálisis, las personas que son capaces de reírse de si mismo y de sus propios errores, comienzan una rápida recuperación de sus sentimientos de vergüenza.
Aprender a pensar en forma positiva reforzando el respeto por sus propios derechos personales es una excelente terapia, niéguese a hacer algo que no desea ¡Lo importante es que se caiga bien a si mismo!
Receta: ¡Contra el miedo al ridículo, ríase de si mismo!
Eduardo Poo RodríguezONG MADRE
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