BONSAI en LAUTARO
Fue su pasión, su gran amor a la naturaleza, amaba los arboles, y los quería tener cerca para
ayudarlos a vivir con poco, casi sin raíces, como aprendió de la cultura milenaria, día tras día durante 40 años, amorosamente le sacaba sus brotes, y les hablaba, el sabia que lo escuchaban
y muchas veces, si por un violento cambio climático alguno sufría su dedicación se hacía mas intensa para volverlo a la vida, fui testigo de esto muchas veces, me honraba con su amistad, yo hablaba el mismo lenguaje, soy forestal, venderlos... ¡ nunca! Las ofertas lo ofendían, sí regalaba, era su mejor homenaje de amistad. Se llamaba ARNOLDO POO GUZMÁN, era mi amigo, como un hermano, y también mi primo.
PASION DE BONSAI EN LAUTARO
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