Tormentas mecánicas lo acósan, destruyendolo sin piedad arrancandole la vida, sin respetar su diversidad ¡hombre insensato y arrogante!, detén tu acción vil y destructora no destruyas el milenario bosque, ¡no te dejes llevar por tu ambición! el bosque está vivo, y debes darle, su sustentable renovación Recuerda que tus raices se sumerjen, en un pasado insondable y oscuro como un fragmento en el tiempo, hacia un incierto futuro Es en medio de lengas y canelos, donde palpita el bosque quejumbroso crecen los helechos y las flores, donde el rio canta y llora entre los árboles donde en los nidos del gigante roble, se cantan al oido las aves, ¡sus amores! Cuando quieras calmar esos dolores,que dan los amores en la vida vuelve al bosque, y aprende de el, las sabias enseñanzas que convida. autor Eduardo Poo Rodriguez
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